¡En directo! Emisión por internet de los actos de la Encamisá. Torrejoncillo Televisión - TTV. Ver más eventos

Dn. Julián Rodríguez Maldonado

 

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Reverendo sacerdote de Cristo, Señor Alcalde, Junta Directiva de los Paladines de la Encamisá, Mayordomo, queridos todos.

¡Qué gran sorpresa!... ¡Qué gran sorpresa!... No me lo podía imaginar, ni lo esperaba... Me quedé con el alma comprimida, o por mejor decir, no con el alma comprimida, porque el alma es inconmensurable... Me quedé con el corazón encogido cuando la Comisión de Paladines de la Encamisá, con su Presidente, me vinieron a visitar después de una cita por teléfono... Y en verdad, no daba crédito en principio a la entrevista, pensé que podría ser por motivos del periódico... Más tarde, ante la cita tan elocuente nuestros representantes directivos no tuve más remedio que afrontar con serenidad y expectación sus explicaciones... Era para encomendarme ser pregonero de las Fiestas de la Encamisá 1993.

 

¡Qué gran emoción!...Yo, que me considero un ciudadano sin grandes protagonismos sociales, cuyo único mérito al que me tengo a gala reconocer, es y ha sido, el estar con todos vosotros en el sencillo valor de la convivencia humilde, y sin grandes protagonismos después de mis treinta y cuatro años de servicios profesionales en la Enseñanza ,y en las relaciones sociales y familiares aquí en Torrejoncillo... Me vinieron a decir, que había sido nombrado Pregonero de nuestra Fiesta inconmensurable de la Encamisá... ¡Qué gran honor!... ¡Qué gran honor para mí, y qué responsabilidad!... Imposible explicármelo... ¿No es verdad Presidente, que yo en mis circunstancias te inquerí, que podría ser cuestionado por la responsabilidad que suponía ser Pregonero de nuestra Fiesta?... Me contestaste sin vacilación y firme en vuestros principios, que yo me había hecho acreedor a este servicio en base a la apreciación de todos los Paladines, a los cuales y como directivos, vosotros representáis, y que nada ni nadie había influido en mi elección... Ahora ya... Muchas gracias a todos, por el gran honor inmerecido al que me hacéis gala.

Después, al leer el protocolo de mi nombramiento oficial, me emocioné cuando me recordabais mi paso por Torrejoncillo, participando activamente en los mejores acontecimientos populares y tradicionales de este pueblo, incluido el haber presidido nuestra Asociación de Paladines durante cuatro años... Pero lo que más me emocionó fue vuestro reconocimiento a mi actividad docente aquí, formando generaciones que ahora me recuerdan con amor... Muchas gracias, mis alumnos del pasado, que así me queréis hacer pago a mi trabajo docente... Y, aquí me tenéis. Imposible decir "No". El amor que os tengo a todos, el amor que tengo a este Pueblo mil veces probado, el inmenso amor que dedico a mi Esposa, torrejoncillana auténtica, amante y sentimentalmente luchadora por las buenas y sanas costumbres de este pueblo singular, me animaron a decir "Si".

Afronto la gran responsabilidad de ser Pregonero de nuestra Fiesta, y quisiera que me reconocierais como un Pregonero para todos, con la sinceridad que caracteriza a un hombre del "pueblo", sin mayores distingos y, procuraré llegar a todos con sencillez, amor y reconocimiento...

Muchas gracias por vuestra paciencia y atención en escucharme... Muchas gracias por vuestra gran deferencia...

Ahora ya, y, como siguiendo la tradición del que tiene que continuar la andadura iniciada por otros extraordinarios pregoneros, que me han antecedido en testimoniar la historia y la evolución de nuestra Fiesta de La Encamisá, os diré en principio, que todo se pierde y se encuentra en la noche de los tiempos... Y, que nuestra Fiesta tiene por pilar y fundamento el amor y culto a la Virgen María. Es eso una realidad incuestionable. Y que la Virgen tanto en el arte como en la Fe, constituye uno de los capítulos más importantes del Cristianismo, y es base, fundamento y corredentora del género humano junto con su Hijo...

Hablar de la Virgen en una velada, es en verdad imposible, y no sería yo quien fuera capaz de hacerlo de manera definitiva por muchos argumentos que quisiera emplear. Su solo nombre llena las planas de los libros más ilustres que la historia del saber tienen escritos, y mi respeto hacia ese "Ente" ideal, hacia ese crisol amoroso más puro que puede concebir la mente, es en verdad, infinito...

La primera representación de María, de manera plástica, parece ser que la hizo el Evangelista San Lucas... Más tarde, vemos la figura de María en las paredes de las catacumbas, en las que aparece en posición orante con los brazos extendidos, como si quisiera abrazar a la humanidad. De esa representación, nacerían los iconos ortodoxos tan extendidos por Rusia.

Al paso de los tiempos, famosos artistas o imagineros de la historia llenaron las más importantes pinacotecas, museos y catedrales del mundo, con la imagen de María, representando los más diversos pasajes Bíblicos... Sería imposible relacionar la serie de celebridades que en María tuvieron su fuente de inspiración: Velázquez, Ribera, Zurbarán, Melchor Cano, Murillo... españoles por citar algunos... Fray Angélico, Boticelli, Leonardo da Vinci, Rafael por citar algunos extranjeros...

Escritores, poetas, dramaturgos, ensayistas, todos han tenido en María el ideal más puro de inspiración que haya salido de las manos del Altísimo. Y de ahí nace esa devoción secular hacia María al paso de los tiempos, que ha sido entronizada en todos los países del mundo: En Europa y en España, porque la veneración por María nace de los mismos Apóstoles y Evangelistas que la llevaron a todas las naciones. En América, fueron los frailes que acompañaban a los descubridores españoles a partir del siglo XV. Ellos transmitieron la devoción a los nativos de las advocaciones Marianas de España: Guadalupe, la Antigua, de Gracia, Atocha, etc. En Asia y Filipinas, gran número de templos se hallan bajo la advocación de María. En África la ingente labor de los misioneros de todos los tiempos, pusieron en aquellas tierras la Fe en la Madre de Dios que hoy es una auténtica realidad.

De la denominación INMACULADA, que tomó nombre a partir del año 1854, año en que se declaró Dogma de Fe la Inmaculada Concepción de María Santísima, aunque con anterioridad y en el Concilio de Trento ya se tocara por los Padres de la Iglesia esta prerrogativa de María, no llegará a confirmarse definitivamente hasta esa fecha, raro es el pueblo que no dedica un culto especialísimo a la Concepción Inmaculada de María Santísima... Y, ¡Cómo no Torrejoncillo!

Creo que Torrejoncillo es el pueblo que mejor plastifica el Dogma de la Inmaculada Concepción, tanto en sus imágenes como en los sentimientos que echa fuera de sus labios cuando la piropea de esa manera tan especial, que sólo este pueblo sabe hacerlo de una forma inimitable.

Cuando en el Concilio de Éfesos en el año 432, María fue declarada Madre de Dios, a pesar de los Nestorianos, una gran duda se le vino a resolver a la humanidad creyente, de aquel entonces. Mas tarde y, como se ha apuntado anteriormente, en 1854 Pío IX en su Bula INEFFABILIS determinó declarar Dogma de Fe la Inmaculada Concepción de María, ante la presencia de 54 Cardenales, 42 Arzobispos y 94 Obispos que lo confirmaron el día 8 de Diciembre de 1854. Y ya en tiempos más recientes, concretamente en 1950 Su Santidad Pío XII en su Constitución MUNIFICENTISSIMUS DEUS, proclama que María fue Asunta al cielo en Cuerpo y Alma... ¿Qué mayores prerrogativas puede tener un pueblo que se acoge y ampara en el amor de la corredentora, en la salvación del género humano?

Torrejoncillo se siente orgulloso de ese mecenazgo... Y de todo ese fervor mariano arranca nuestra Encamisá... Sus orígenes y actualidad... Extraordinarios pregoneros de Torrejoncillo y forasteros han hecho versadísimas narraciones sobre la misma, sobre sus hipotéticos orígenes, sobre su realidad en el tiempo y en el espacio. Es repetición descriptiva que no voy a alargar, para en este mismo momento recoger la antorcha de la fe...

¿Qué sus orígenes obedecen a un hecho de armas de carácter milagroso? Nadie lo pone en duda. ¿Qué pudo haber algún contingente torrejoncillano en cualquier efemérides significativa para la Historia de España? No hay base alguna que pueda contradecirlo. ¿Qué efectivamente en todos los lances guerreros de los españoles, en los diversos escenarios de la tierra, han llevado el Pabellón de la Virgen? Eso es una realidad incuestionable...

Cuántos y cuántos soldados españoles han testimoniado su Fe con la imagen de la Virgen en sus labios en tan diversos hechos históricos: Conquista de América, Pavía, Flandes, Guerra de la Independencia, Cuba, Filipinas, África, tristes Guerras Civiles, en los servicios humanitarios fuera de nuestras fronteras. Imposible referir todos. No extraña que los que recordaran esas efemérides quisieran perpetuar su Fe haciendo esa manifestación pública de sentimientos y ardor, de cuyos orígenes nacería nuestra Encamisá.

"Jinetes ensabanados con sus faroles" Plastificación pacífica de un hecho de armas.

"Pueblo que los aclama" Recibimiento cálido y afectivo a los que transmiten el gran milagro del hecho.

"Mayordomo a caballo" Paladín defensor de la Fe que proclama a los cuatro vientos las excelencias de la Madre de Dios.

"Jinetes ensabanados" Hombres del pueblo que rememoran la defensa del gran acontecimiento que supuso el milagro de la Redención por intercesión de María.

Aquí ahora, ya recojo el testigo que tiene irradiar con ese inmenso resplandor que ha seguido luciendo al paso de los siglos, para dejarlo en este día, en esta audiencia, para que permanezca eternamente y nunca decaiga; porque ella, nuestra Fe ha sido transmitida de generación en generación... Y, qué gran honor para el Pueblo que ha sido capaz de mantenerla a pesar de todas las vicisitudes históricas y los tiempos cambiantes.

Los grandes movimientos históricamente sentimentales, han tenido sus detractores, pero Torrejoncillo ha sido siempre fiel a su tradición, a esa tradición en el amor a María Inmaculada, que todos sus hijos bebieron al paso de los años... Se puede decir, que desde antes de nacer, desde las mismas entrañas de sus madres, y que después tomaron la leche de sus pechos henchidos de amor, como si ellas fueran imitadoras de esta Madre Inmaculada que dio vida al ser más extraordinario que han conocido los siglos... Desde su nacimiento, ningún hijo de este Pueblo puede negar lo que en su corazón lleva sellado desde el momento de su concepción como torrejoncillano... Es por eso, por lo que aquí radica el gran milagro, ese que no se repite en ninguna otra parte, y que todos sienten la emoción en la moche del día 7 de Diciembre de cualquier año, esté donde esté.

Es la emoción en el recuerdo del magno acontecimiento que su pueblo realiza en esa noche, siempre igual y siempre distinto, como parado en la fe que no necesita cambios, porque lo quiere siempre inalterable, como inalterable y fijo es el gran evento que conmocionó a toda la humanidad irredenta, ¡la llegada por María del Salvador del mundo!.

Hoy me toca a mí portar el testigo, a imitación de aquellos heraldos transmisores de las más gratas y nobles noticias históricas. Hoy yo también pregono, ante la audiencia de un pueblo que a lo largo de todo un año espera ilusionado. Pregono la llegada de la noche inigualable de La Encamisá y la llegada de unos acontecimientos marianos tan insólitos e inimitables, que parece como si la gracia del Altísimo se derramara sobre Torrejoncillo como pueblo venturoso de la mayor de las gracias que Dios concede, la de ser hijos de la elegida para ser corredentora en la gran empresa de la Salvación... Por esto, y por seguir la tradición más digna y hermosa de nuestro pueblo...

¡Torrejoncillanos! como si obedeciera una orden superior, os convoco a que un año más deis el testimonio de vuestra Fe y amor hacia la Reina de los Cielos, con esa variedad de actos sentimentales que brotan de vuestros corazones de manera espontánea, sin regatear sacrificio, para hacer honor a quien fue reservada a la mayor gracia de Dios, que jamás mujer alguna pudo merecer...

Lanzad al aire vuestros vivas clamorosos, que nacen de lo más profundo de vuestros corazones. No os detengáis ante la actitud de quienes al vernos, piensen que estamos realizando una comedia popular... Pensad mejor, que los actos que realizamos son el mayor auto de fe que jamás pueblo alguno ha podido ni imitar ni repetir... Lanzad vuestras manos al cielo, derramando los sentimientos que cada uno de vuestros corazones guardan celosos, para rociarlos generosos en los acontecimientos festivos, que se sucederán a lo largo de los nueve días que en honor de nuestra Madre celestial y que estamos celebrando..

No os detengáis en nada, llenad las calles del recorrido tradicional con vuestra presencia física y espiritual... Acompañad entusiásticamente ese Estandarte azul cielo, en cuyo centro y como soberana universal brilla refulgente la imagen Sagrada de María. La imagen de la Madre Espiritual que derrama gracias infinitas, sobre los que en Ella tienen puestas su fe y esperanza...

Cantad, cantad esos piropos que llenan los aires y que se confunden con el tronar de los cohetes y las salvas de escopetas, en esa noche mágica, mítica e inigualable. En esa noche de los encuentros infinitos en los recuerdos que vuelan al más allá siguiendo las vivencias de los que nos han precedido... Siguiendo también los caminos con la imaginación, que nos lleven hasta donde un ser querido vive expectante esa noche por la imposibilidad de estar presente físicamente con nosotros, que sí con el alma y la imaginación, y que él volará a través de los espacios, para seguir el recorrido tradicional que conoce a la perfección, y que con su reloj a la vista, a las 10 en punto de esa noche, vivirá emocionado el momento inenarrable de la salida del Sagrado Estandarte azul, de la Reina de los Cielos, y como arrebatado por la emoción del momento, clamará con todas sus fuerzas: ¡Viva María Santísima!

Y después, sus lágrimas sentimentales, se escaparán de sus ojos, por la imposibilidad de estar presente en esa procesión nocturna, de invariable recorrido por los rincones misteriosos que conforman nuestras calles estrechas y repinadas, que guardan celosamente los misterios de los siglos que hicieron posible este trascendental acontecimiento... Y llegará a bordo de su imaginación nuevamente, hasta las gradas de la Iglesia Parroquial para asistir a la devolución del Estandarte, donde se repetirá el clamor del pueblo, pero ahora ya, será un clamor de nostalgia porque finaliza lo trascendental. Y, otra vez, de su garganta como acongojado, volverá a salir otro nuevo piropo: ¡Viva la Patrona de Torrejoncillo!... Y nuevamente las lágrimas, la resignación y la confianza en mejor suerte para otro año, que se promete no faltar en presencia física a la convocatoria de La Encamisá 1994... Como veis, esto puede ser y de hecho es, una experiencia que se repite todos los años en muchas personas. Yo la denomino Sentimientos del ausente...

Recuerdo de mi infancia, siendo seise de la Catedral de Coria, los solemnes novenarios que todos los años en honor de la Inmaculada y presidido por el Señor Obispo, a la sazón de Coria, se desarrollaban. Conservo en mi mente esas vivencias, aquellas voces blancas que ensalzaban la pureza de María en maravillosos versos, amenizados con la música celestial de los dos órganos grandiosos, que aún perduran, y, como en una mística porfía, los coros de cada órgano se alternaban en maravillosos motetes en honor de la Reina de los Cielos. Aquellos actos, movían a los corianos a darse cita en la Catedral sin mayores trascendencias en el exterior. Allí participaba el pueblo recluido exclusivamente en la nave catedralicia con gran devoción y Fe. Fuera de la misma, prácticamente nada, todo empezaba y acababa dentro...

Y, fue en Torrejoncillo en la noche del 7 de Diciembre de 1959 cuando tomé conciencia del valor de la participación de un pueblo en la calle, en unos actos, de tan puro sabor mariano y costumbrista, que dejaron marcado en mi corazón una sensación realmente indescriptible. Sensación que ha venido repitiéndose ininterrumpidamente durante los 34 años que llevo conviviendo con vosotros; y que rara es la ocasión en que algún poema no salga de mis musas, cantando las excelencias de nuestra Encamisá y de este Pueblo, que tiene a mucha gala poner y publicar con orgullo el eslogan: "YO AMO A LA ENCAMISÁ"...

Aquella primera noche de Encamisá, vivida por mí, ha quedado grabada en mi corazón, tan gratamente, que doy gracias a dios y a la Santísima Virgen ,el haber podido ser testigo presencial de todas las Encamisas sucesivas, desde aquel año hasta hoy, y quizás esos recuerdos del pasado, y estas vivencias del presente, tan maravillosas, hayan dejado en mi corazón el valor sentimental hacia unos acontecimientos que nunca en ninguna otra parte pude vivir, y que he tenido la inmensa satisfacción de retransmitirlo a través de Radio Nacional de España, haqce varios años....

Nuevamente os convoco al gran acontecimiento. Todos unidos: Pueblo, Mayordomos, Autoridades, Paladines...

Mirad: nuestra fiesta es insólita, nada la iguala y no es imaginación. Lo que brota espontáneamente, no se ensaya, y, Torrejoncillo es así...

"En esa noche y en ese día todos digamos ¡Viva María!"

Después, lo mismo importa... ¡Que nos critican, que nos dicen que vivimos en un delirio colectivo?... ¡Qué gran delirio!, y, ¡Qué bien justificado! ¡Qué bien lo vivimos! No nos convocamos a ninguna movida intrascendente, nos convocamos nosotros guiados por los más bellos sentimientos, marcando unos compasas tan maravillosos, que si en algo son empañados, cosa que nunca ha ocurrido, no será por nuestras circunstancias, pues en esencia, es la fe la que nos mueve a hacerlo así...

He podido constatar, en los días que han antecedido a mi pregón, de manera discreta, con mujeres de todas las edades, con hombres maduros en sus diversas facetas humanas, con jóvenes que viven los actuales tiempos de las movidas, con niños que empiezan a iniciarse en los caminos de la vida, y cuando les he preguntado: ¿Qué significa la Encamisá para usted o para ti? ¿Sabéis cuál ha sido la respuesta casi unánime? Pues ha sido: "Yo no lo sé explicar, pero la siento tan hondo, que para decirte lo que es, toma nota y di conmigo: ¡Viva María Santísima! ¿Qué os parece?... ¿De dónde puede salir mejor pregón si no del pueblo que lo siente y lo vive? ... Ya no sólo soy yo quien me llene de sentimientos ahora y siempre es un pueblo quien tiene a gala y a gran honor confesar sus creencias en un dogma de Fe tan sumamente arraigado, que si los que han marchado a compartir la gracia de los bienaventurados pudieran volver de nuevo, creo que todos a coro exclamarían ¡Viva la Patrona de Torrejoncillo!...

¿Y que más puedo decir ya? Podría seguir diciendo aún muchas más cosas, pero lo dejo a vosotros, porque vosotros sí que lo sabéis decir, y qué bien que lo sabéis... Porque ¿A quién no se le enternece el alma cuando por el recorrido de esa procesión inigualable se oyen esos cánticos que parecen inspirados por San Juan de la Cruz? como los que dicen: Oliva verde. Paloma blanca. Iris que anuncia, Paz a las almas.

¡Qué belleza y armonía! O esos que siguen: Aurora hermosa. Luna sin mancha, Eres Oh Madre, Inmaculada.

Sólo de Torrejoncillo han salido esos maravillosos piropos, y... Podría seguir declamando un gran glosario de versos maravillosos que vosotros dedicáis a nuestra Madre Reina, en esta Fiesta del Cielo que vivimos en la tierra, pero haría interminable esta velada. Y, como todo tiene que acabar. Mirad ya termino. Deseo finalizar con una pequeña composición poética que puse a mis alumnos en coincidencia con la Encamisá de 1990, trabajo que sirvió aquél día 5 de diciembre como base y fundamento de todo el trabajo correspondiente al área de lenguaje. Sé que alguno de mis alumnos, hoy aquí, también lo recordarán, porque fue una breve composición dedicada a la Noche de la Encamisá de aquel año y que decía:

NOCHE MÁGICA EN LA QUE LOS CORAZONES,

LANZAN SUSPIROS DE FUERTES EMOCIONES,

GUARDADOS TODO UN AÑO MUY DENTRO DE LAS ALMAS,

PARA MANDARLOS AL CIELO, EN FORMA DE PLEGARIAS...

ASÍ ES MI PUEBLO EN SU GRAN FIESTA,

NO SE RECATA EN DECIR, PIROPOS A MARÍA,

EL MÁS JOVEN CUYA VOZ ES UN TORRENTE. DICE ¡VIVA!

Y LA ANCIANITA DE VOZ, APENAS PERCEPTIBLE,

ENTRE LÁGRIMAS POR PASADAS AÑORANZAS,

ENRONQUECE TAMBIÉN DICIENDO CON AMOR...

¡VIVA MARÍA SANTÍSIMA!

Y yo, al igual, y dando fin a esos pensamientos que han conformado mi pregón, que agradezco sinceramente vuestra paciencia en escucharlo, clamo al Cielo con todo mi entusiasmo.

¡Viva María Inmaculada!

¡Viva María Santísima!

¡Viva la Patrona de Torrejoncillo!

Muchas gracias.