Dn. Juan Moreno Lázaro
LA ENCAMISÁ DE TORREJONCILLO ( Posible origen de su fiesta)
Venerables sacerdotes. Señor Alcalde Presidente del Excmo. Ayuntamiento. Esforzados directivos de los Paladines de la Encamisá. Distinguido Portador del Estandarte, paisanos, y amigos todos:
El pregón, que otros años se pronunciaba el mismo día del La Encamisá, tiene lugar esta tarde al darse la circunstancia de ser fiesta nacional, porque es el 8º aniversario de la aprobación de la Constitución, votada afirmativamente por más de quince millones de españoles, que supuso casi el 90 % de los votos emitidos.
Cuando recibí la carta en que el Secretario de los Paladines me invitaba a que fuera yo el pregonero de este año, por estimar, decía él, que en mi persona se dabas las circunstancias que habitualmente se exigen, le contesté que soy viejo y achacoso, y me gustaría para mi pueblo una persona de más campanillas que las que yo puedo hacer sonar a estos efectos.
Contestaron que contaban conmigo, y aquí me tenéis dispuesto a aportar “mi granito de arena” en esta fiesta en honor de nuestra patrona la inmaculada concepción.
Aunque, si me lo permitís, mejor que decir “vengo a poner mi granito de arena” podría agregar: vengo a tomar lo que de vuestro entusiasmo y devoción; lo que de vuestra fe y fervor, podáis prestarme.
Porque qué nuevo puedo yo decir de MARÍA, en cuanto a su concepción inmaculada, a un pueblo que, cantando, dice: PUES CONCEBIDA / FUÍSTE SIN MANCHA / AVE MARÍA / LLENA DE GRACIA. No cabe pensar que fuera concebida con mancha ni pecado.
Y en otra estrofa, cantáis: OLIVA VERDE, PALOMA BLANCA, aludiendo al pasaje bíblico en que, “tras el diluvio, suelta NOE una paloma que vuelve al arca portando en el pico una rama de olivo que Noé interpreta como símbolo del final de aquella hecatombe...”(Canciones populares de “la Encamisá”, y SS. EE.)
Y por si fuera poco concreto, todavía agregáis: IRIS QUE ANUNCIA / PAZ A LAS ALMAS, recordando el pacto entre Dios y los hombres, tomándola a ELLA como un símbolo más de su papel de MEDIADORA... Todo un poema teológico, que cantáis en la iglesia, en vuestra casa, y en la plaza, como público testimonio de vuestra devoción e ignoro si está presente algún miembro o representante de la Excma. Diputación o del Patronato, que me consta están trabajando por enaltecer a este Torrejoncillo, laborioso, artesano e industrial, que tan buena fama tiene en toda Extremadura.
Ellos han editado unos carteles exaltando el prestigio de La Encamisá, y organizado viajes en autocar, que permitan a nuestros visitantes saborear los típicos coquillos, y contagiarse de la sincera fe mariana e inmaculista de este pueblo nuestro, que de manera excepcional honra y celebra a la Inmaculada.
Estos días han llegado también a mis manos unos folletos editados por nuestra Junta Autonómica, en que se destaca la circunstancia de ser LA ENCAMISÁ FIESTA DE INTERÉS TURÍSTICO NACIONAL. Y el hecho de que la Consejería de Turismo haya editado diez millares de ejemplares de este folleto, me obliga a expresar mi personal gratitud como torrejoncillano, a la Junta, a la Diputación, y a nuestro Excmo. Ayuntamiento, que me consta ha proporcionado las fotografías y el texto para los mismos.
Por cierto que, en el díptico se dice que La Encamisá es fiesta y tradición antiquísima “de la cual es difícil precisar fecha de su origen”. Y como precisamente del origen de La Encamisá va a tratar mi tema, el granito de arena que intento aportar en este acto con que me habéis honrado, es por lo que brindo la idea a la generación que nos suceda de proseguir las investigaciones.
Porque llama la atención la coincidencia de fechas y horas, sorprendiendo también que, años después, (1615), el Virrey de Mallorca, solemnizara la fiesta de LA INMACULADA, con unaESPLÉNDIDA CABALGATA NOCTURNA, igual que la que nuestro pueblo realiza año tras año, en antiquísima tradición a través de los siglos, con devoción y fervor singulares. (Nazario Pérez. Pág. 206 La Inmaculada y España)
(Pudiera ser que aquel afortunado soldado de que hablaremos ahora NACIERA EN TORREJONCILLO), o que fueran torrejoncillanos algunos de sus compañeros de gesta)
Sabemos que los españoles veneraban a la INMACULADA muchos años antes. Se trata ahora de conocer las raíces de esta tradicional y típica fiesta nuestra.
Me consta que, algún pregonero, en años anteriores, lanzó la idea de que pudiera ser origen de nuestra fiesta el ardid que, en la batalla de PAVÍA, puso en práctica el Marqués de Pescara, ordenando que los soldados cubrieran al compañero del enemigo...
Y efectivamente, hay citas tan concretas como la que dice que, aquella noche, “salieran los soldados encamisados o empapelados”.
Aludiendo al que no tuviera camisa de color claro.
O, aquella otra: “Manda luego PESCARA que todos se saquen la camisa por fuera, a fin de que se distinguieran del enemigo...”
Pero no fue sólo en la Batalla de Pavía. También en otras ocasiones la artimaña dio buenos resultados. En las investigaciones que he realizado al efecto, encuentro una circunstancia en que los detalles tienen tanta semejanza con nuestra fiesta, que me permito someterla a vuestra consideración por si en ella pudieran estar las raíces de La Encamisá...
Y no lo digo por sentar cátedra, ni siquiera con afán de polémica. Simplemente, por ofrecer una pista, y con la seguridad de que de la discusión nacerá la luz que lo confirme o deniegue.
Me llamó la atención que el Virrey de Mallorca, Don Carlos Coloma, general en las guerras de Flandes, y célebre historiador, conocido por su devoción a La Inmaculada, solemnizara la fiesta de la Purísima “con una espléndida CABALGATA NOCTURNA” “representación en el teatro de un caso prodigioso” (tramoya, dice el cronista) y fuegos de artificio en la plaza.
¿Cuál podría ser, me decía yo, ese caso prodigioso que a un general de las guerras de Flandes le hace honrar a La Inmaculada del mismo modo que lo hacemos en mi pueblo?
Pronto encontré, en otro lugar, una referencia a un caso maravilloso, que varios historiadores refieren, aunque hay versiones que son idénticas en lo esencial.
Era a principios de Diciembre de 1585; poco después de la toma de Amberes. El generalFarnesio había distribuido sus tropas en cuarteles de invierno, y al heroico maestre de campoFrancisco de Bobadilla le correspondió guardar las bocas del río Escalda en el Mar del Norte.
Seis piezas de artillería; una compañía a caballo de arcabuceros españoles y algunas banderas, que compondrían un total de tres mil hombres, cubrían la desembocadura del importante río, y los que con él confluyen en los Países Bajos.
Pero, el almirante holandés Conde de Holac, en atrevido golpe de mano, dinamitó los diques delMosa, y toda aquella región quedó inundada por las violentas aguas del río, al romperse el muro que las sujetaba, arrastrando cuanto encontraban al paso por aquellas tierras: cañones, tiendas, etc.
Bobadilla y sus tercios se vieron obligados a recogerse en la isla de Bommel. En vano el almirante holandés les conminaba a que se rindieran. Estaban todos dispuestos a morir antes que entregarse. Mas, las aguas iban cubriendo la isla, dejando sólo tres pequeñas alturas, donde se refugiaron los hombres, faltos de víveres y municiones, y acosados por 93 barcos de quilla chata de fácil manejo en ellas.
La situación se hacía insostenible...
En esto, el día 7 de diciembre, víspera de La Inmaculada, un soldado, cavando para hacer una trinchera, encuentra, dentro de un canuto, un óleo con la imagen de La Purísima pintada en el lienzo.
El hecho levantó la moral de la tropa. Corrida la voz, acudieron nuevos soldados y capitanes, que vieron en ello, (la víspera del 8 de diciembre) como el augurio de la protección de La Inmaculada.
En esta idea, el lienzo fue vitoreado por los soldados, y entre las aclamaciones de todos, y emocionadas súplicas de los que en La Inmaculada depositaban toda su confianza, la imagen de La Purísima fue conducida, con unción religiosa, en procesión hasta el lugar donde se guardaban las banderas.
Fueron colocadas las banderas bajo la protección de Ntra. Señora, aunque no sabían cómo podría llegarles la ansiada e indispensable ayuda, pues el día 4 rechazaron un duro ataque de los holandeses; el 5, tras nueva lucha, lograron enviar a Farnesio emisarios que le notificaran el peligroso en que estaban; el 6 los protestantes consiguen incendiar cincuenta bajeles que venían en socorro de los sitiados, y el día 7, cuando no había modo de continuar la resistencia, Bobadilla les exhorta a ponerse a bien con Dios y a disponerse a morir luchando como valientes...
Sin embargo, el hecho prodigioso se produjo en la forma más inesperada: “En la madrugada del 7 al 8 de diciembre se registró una fuerte bajada de la temperatura, cayendo tan intensa helada, que los barcos enemigos quedaron inmovilizados por la gruesa capa de hielo que cubría la superficie de las aguas, convertidas en duro carámbano”...
Advertido Bobadilla del fenómeno, presto ordenó que los soldados “se pusieran la propia camisa sobre el uniforme para reconocerse fácilmente entre sí”, y deslizándose sobre el hielo en la oscuridad de la noche, lograron sorprender a los holandeses, que, atrapados, no pudieron intentar la defensa, entregando sus barcos, y pasando de sitiadores a prisioneros. Así lo relata Alonso Vázquez que seguramente vivió la odisea.
Entre las narraciones modernas que se han compuesto sobre este tema, merece citarse la de Luis Bermúdez de Castro General Director del Museo del Ejército, que termina diciendo: “ Los heroicos tercios fueron transportados al pueblo de... Bolduc, a donde llevaron el lienzo, celebraron la fiesta, y fundaron la cofradía de SOLDADOS DE LA VIRGEN CONCEBIDA SIN PECADO”. El mismo Alonso Vázquez, algún tiempo después, también estableció en su legión esta cofradía, que más tarde diera lugar a que La Inmaculada fuera nombrada Patrona de la Infantería española.
Sean estas u otras las causas que dieron origen a nuestra ya famosa Encamisá, cierto que es tradición antiquísima; que tiene como protagonista El Estandarte de la Inmaculada, que hogañotremolará (enarbolará), por suerte, nuestro paisano José Monte y Méndez, a quién ya hemos tenido el gusto de saludar.
Gracias a los desvelos de la Directiva de los Paladines, el estandarte despertará a su paso por calles y plazas, Vítores y Aclamaciones, entre incesantes salvas de los vecinos.
Tras este pregón mío, vuestras bellas hijas y esposas exhibirán sus lucidos y policromos atavíos enla Ofrenda de Flores a Nuestra Patrona, en la que también el pañuelo de gajos seguirá siendo bella ofrenda de artesanía.
Todo ello constituirá una singular expresión de fe y devoción a La Inmaculada, al tiempo que un espectáculo único, emotivo y viril del folklore extremeño, del que Torrejoncillo puede y debe enorgullecerse justamente por la noble causa que lo motiva.
Y, en la madrugada de la solemne festividad, tras retornar el estandarte a la Parroquia de donde salió para recibir el homenaje de todo el pueblo, el consabido convite a los caballeros, que portando sendos faroles, dieron escolta de honor al Estandarte de La Purísima, cuya protección para mi pueblo humildemente imploro.
¡VIVA MARÍA SANTÍSIMA!