Dña. Francisca Serrano Borrezo
“MADRE, DIOS PUDO HACER UN MUNDO MÁS BELLO, PERO NADA MÁS GRANDE QUE MARÍA”
Buenas noches:
Señores Párrocos.
Señor Presidente y Junta Directiva de Paladines de la Encamisá.
Señor Alcalde.
Señor Portaestandarte, Señora y Familia.
Señora Oferente.
Familiares, Amigos y Amigas.
Queridos Paisanos y paisanas los aquí presentes y los que nos ven desde sus casas a través de TTV.
Me presento ante vosotros, con el honor de ser este año la pregonera de estas fiestas, tan queridas por todos los torrejoncillanos.
Todos tenemos fechas a lo largo del año, en las que recordar algún acontecimiento, en algunas ocasiones más alegres, afortunadamente la mayor parte de las veces, y en otras más tristes.
Pues a partir de este año, a esas fechas especiales para mí, tengo que añadir otras más, la del 12 de Septiembre.
Ese viernes, que no olvidaré el resto de mis días, ya me había ido a acostar.
Un poco antes de las doce, mi marido me llamó diciéndome que bajará un momento.
Cuando bajé, allí en casa y a esas horas, estaba el Señor Presidente de Paladines de la Encamisá con cuatro miembros más de la directiva.
Estaban hablando sobre un Proyecto en el que había pensado como motivo de la Coronación, y en el que nos pedían que colaboráramos.
Yo estaba atenta pensado de qué se trataría. Cuando de repente, el Señor Presidente de Paladines pronunció la palabra: PREGONERA, dirigiéndose a mí.
No sabía, o no quería, pensar que me estaba diciendo.
De repente, mi corazón se disparó a mil por hora, mi estómago se encogió, mi garganta se secó.
¿Qué? ¿Cómo? ¿Qué me decían?.
Me estaban diciendo que iba a ser este año la pregonera, ¡tú pregonera Madre Inmaculada¡ ¿Yo?.
Hablaban y hablaban, pero yo casi ni los oía.
En mi mente, rápidamente surgieron dos dilemas:
Por un lado, miedo, temor, ante tal responsabilidad
Sí, miedo y temor, Madre, porqué que complicado eso de expresar sentimientos tan profundos, tan privados, sentimientos que tú bien conoces, pero expresarlo a viva voz ante todo mi pueblo, la idea me estremeció un poco.
Y además, también como torrejoncillana, manifestarte Virgencita los sentimientos de todo un pueblo, de este pueblo de torrejoncillo que te adora.
¡Qué responsabilidad tan grande!
Por otro, y perdóname Madrecita, aunque sé que tú como Madre me entendiste de sobra, pensaba en mi pequeño que acababa de cumplir 5 meses, y en lo atareados que había visto en esas fechas en años anteriores a los Paladines, Mayordomos, Portaestandarte y Pregoneros.
Ya sabes Madre María Inmaculada, cómo somos las Madres, (qué defecto o virtud según se mire) pero sin querer pensé las atenciones del peque de la casa.
¡Qué nervios!.
Pero, Madrecita, que iba decir ante tal ofrecimiento, ante tal honor, solo les dije a los allí presente: ESPERO ESTAR A LA ALTURA y eso espero.
María, ¡cómo pensé también en ti!.
Si yo sentía miedo y temor ante este papel que debía desempeñar, que sentirías tú, cuándo fuiste elegida para ser la Madre del Hijo de Dios.
¿Verdad? y tan solo dijiste:
“He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según TU palabra “.
¡Qué mujer tan valiente, tan entregada, tan excepcional!
Después, cuando nos quedamos solos en casa, solo pensaba ¿YO? PERO ¿YO, LA PREGONERA?.
Supongo que a los pregoneros y pregoneras de años anteriores, esa misma pregunta les rondaría la cabeza.
Me sentí un poco como la elegida, sí, por los Paladines de la Encamisá, pero también, sin querer caer en la vanidad, por tí, y eso me lleno de emoción, de alegría, de gozo como si tú Madrecita María me hubieses señalado con tú dedo.
¡Qué noche tan larga!, ya me advirtieron de ello, no pude ni dormir, ¡qué nervios en el estómago¡.
¡Quedaban 77 noches y 77 días!.
Durante un tiempo, las noches siguientes continuaron siendo largas, aunque afortunadamente, no tanto.
Y durante estos 77 días, ese nerviosismo me ha acompañado cada día, cada minuto, pensando en esta noche, y esta noche ha llegado.
Ahora he entendido las palabras de mis antecesores como pregoneros y pregoneras, cuando se referían a esos momentos de la comunicación, de ser señalados como los próximos pregoneros, y los nervios y la alegría que se pasan.
Sin lugar, a dudas como Torrejoncillanos, compartiremos muchos aspectos, pues cada año cuando he escuchado los pregones, me he sentido muy identificada con los pensamientos y sentimientos que expresaban.
Espero y deseo, que eso mismo también os pase a todos vosotros esta noche.
Antes he hablado de fechas importantes, y te he dicho MADRE, que la del 12 de septiembre, jamás la olvidaré.
Tampoco olvidaré la de hoy, pero la de hoy en cuanto al año 29 de noviembre de 2008, como el año en el que he tenido la enorme dicha de ser tu PREGONERA.
Porque, como tú sabes MADRE, el 29 de Noviembre ya era una fecha que formaba parte de mi vida.
¡Qué casualidad! o tal vez no, y por eso tú VIRGEN GRANDIOSA, te acordaste de mí.
Hoy es el cumpleaños de mi padre, y sabes que digo hoy es, por que aunque vaya hacer ya pronto 14 años que falleció. En el día de hoy, siempre digo que es su cumpleaños, pues yo le sigo diciendo cada año FELICIDADES con el corazón, a pesar de no poder decírselo como a mí me gustaría.
De joven, te llevó a hombros como otros tantos Torrejoncillanos en Procesión. ¡Qué fotos tan bonitas!. ¡Me gusta tanto mirarlas!.
Supo trasmitirme esos valores tan importantes MADRE, de los que tú nos distes ejemplo en miles de ocasiones: sencillez, solidaridad, respeto a los demás, el esfuerzo en el trabajo y su recompensa, y el amor y la fe hacia tí.
Son tantas las ocasiones en las que me hubiera gustado poder compartir con él mis pequeños logros y momentos de felicidad: mi trabajo, la compra del coche, la oposición, la boda, el nacimiento de sus nietos (de los que hubiera disfrutado muchísimo), y la noche de hoy. ¡Ojala estuviera sentado ahí mismo!.
Sé que me acompaña cada día, y que hoy que esta noche lo hace de forma especial.
Permíteme MADRE QUERIDA, hablar un poco de los míos, pues cómo dice el refrán “Es de bien nacidos el ser agradecidos”, y yo, lo estoy de los míos.
Doy gracias, por tener la madre que tengo, sencilla, entregada a los suyos, luchadora, generosa, bondadosa que cada día con su ejemplo me hace que la admiré más.
Siempre la he querido muchísimo, pero creo que desde que soy madre, aún más.
Esas frías noches de Encamisá, en las que me abrigaba siendo niña, y me llevaba junto a mi padre, haciendo parte del recorrido, ya que la noche anterior la andaba con ella.
Cada año, saca las sayas y pañuelos para la ofrenda, se las regaló enseguida a su nieta, y qué orgullosa está Madre de que te llevemos ese día unas flores, símbolo de nuestro amor hacia tí MADRE INMACULADA.
Cómo habla de su Pura, qué linda es dice, ¡Qué linda eres VIRGEN AMADA¡.
Y mis dos tesoros pequeños, mi niña y mi niño, sabes MADRE que cada noche te doy gracias y doy gracias a Dios, por haberme dado ese regalo, el regalo de ser Madre.
Nunca he sido persona ambiciosa, y ahora menos, pues me considero sumamente afortunada, por tener esos dos premios. Mi única ambición, si se puede llamar así, es que estén bien, como la de cualquier madre, como la de cualquier padre.
Cuándo les miro, y me miran con esos ojitos, yo suspiro de felicidad. ¡Qué grande es el amor de una Madre!.
¡Qué grande es tu amor MARÍA hacia tú hijo, el hijo de Dios, y hacia tus otros hijos todos nosotros!.
Pero también, qué grande es el amor de un hijo hacia una Madre.
¡Qué grande es el amor de este tu pueblo Torrejoncillo hacia ti VIRGEN MARÍA INMACULADA!.
Espero saber transmitirles ese amor hacia a tí a mis hijos.
Con tú permiso “sabes” que he cantado el Pues Concebida a mi niña como nana cuando era bebé, y ella lo tarareaba antes del año. Ahora ella me ayuda y se la cantamos juntas a su hermano.
A mi marido José, no puedo quedarlo atrás. Gracias por tu apoyo cada día, gracias por ese amor hacia tus hijos.
Aún no siendo de este pueblo mariano, ¡se ha prendado de ti MARÍA!.
Desde su trabajo, ha hecho suya esta fiesta en tu honor, llevando en tu nombre, actividades para los niños/as.
Y participando, colaborando tímidamente en proyectos, por que como él dice “A ver si van a decir algo, como no soy del pueblo “. ¡ Qué tontería!, ¿ verdad MADRE?, si para tí, ¡todos somos tus hijos!.
Igualmente estoy orgullosa de mis tíos, primos, de mi familia política, no he tenido la suerte de tener hermanos, pero siempre me he sentido muy arropada por ellos, sé que si los necesito están ahí. Gracias a los que habéis venido a acompañarme en esta noche tan importante, y gracias a los que están fuera y no han podido estar aquí físicamente, pero sé que lo están de corazón. En especial a mi tía Petra, que sabes la devoción que siente hacia su Pura, sé que le hubiera encantado estar aquí.
Por supuesto, estoy feliz de tener amigos y amigas, algunos de siempre y espero que para siempre. Otros y otras que he encontrado en el camino de mi vida.
Porqué si tú tienes MADRE, amor para todos nosotros, yo no quiero tener dedos en mis manos para contar a mis amigos.
¡Ay MADRECITA INMACULADA!, ¡cuánto te quiere Torrejoncillo!. ¡Cuánto te quiero!.
Y es que con el permiso de tu HIJO, JESUCRISTO, este es un PUEBLO MARIANO con mayúsculas, ¡cuánta fe hacia tí VIRGEN MARÍA INMACULADA!, ¡cuánta devoción hacia nuestra PURA!.
Me gusta mucho la oración que juntos entonamos el día de la Consagración a María Inmaculada, aquel hermoso 6 de diciembre de 2.005, pues creo que expresa a la perfección el sentir de cualquier torrejoncillano hacia nuestra PURA. Por ello, quiero recordar el comienzo y el final de la misma:
“¡Oh Señora y Madre nuestra!
Con filial cariño venimos
A ofrecerte en este día
cuanto somos y cuanto tenemos:
Nuestros ojos para mirarte
nuestra voz para bendecirte
nuestra vida para servirte
nuestro corazón para amarte …
En la felicidad, en el dolor
en nuestra vida y nuestra agonía
míranos con compasión
no nos dejes Madre nuestra.
¿A qué es preciosa?.
Sí MADRE, durante todo el año eres la “DESTINATARIA” de nuestras peticiones, plegarias, de nuestros rezos, de nuestra gratitud. Te pedimos que intercedas por nosotros ante tu HIJO, ante nuestro SEÑOR.
Antes en la Iglesia, esa iglesia tan bonita, tan acogedora, tan cálida, y estos años en San Antonio, tu imagen MADRE, sin menospreciar por supuesto a tu HIJO, al HIJO de DIOS, es el centro de admiración, de devoción, de fe.
Si eso sucede todo el año, todavía si cabe más, se manifiesta en estos días mágicos de diciembre: días de novena, días de la ofrenda, noche de andar la Encamisá, noche de Encamisá, Día de la Pura.
Por mucha propaganda de anuncios navideños que cada año empiezan antes, y aunque en muchos lugares se empieza a pensar en la Navidad al comenzar el mes de diciembre, aquí en torrejoncillo MADRE, eso no es posible, no podemos pensar en Navidad, hasta que no pase el 8 de Diciembre.
Diciembre es primero el mes de la PURA, fecha sagrada para todo Torrejoncillo. Y luego, por supuesto, el de la Navidad.
Cuando se va acercando la fecha, ya empieza ese nerviosismo, ese cosquilleo en la tripa, esa alegría y felicidad.
¡Qué poco queda para la Encamisá ¡
¡Cuántas veces decimos esa frase en el mes de Noviembre¡ ¿A qué si?
¡Cuántos suspiros hacia tí MADRE!.
¡Ya huele a Encamisá!
¡Cómo se viven las novenas!, los que pueden en directo, otros desde sus casas (pues tenemos la suerte de poder verlas en televisión, a esa hora estoy segura que no se ve otra cosa ), y los que están lejos con el corazón.
El día de la ofrenda, que belleza, ya no por el colorido y lo artesanal de los trajes, que lo son, sino por el significado que lleva cada ramo, que lleva cada flor, que a tí MADRE DIVINA se te ofrece.
¡Qué estampa! Ver a tantas generaciones ese día con el mismo caminar, con frió o lluvia eso da igual.
Si me lo permitís, me quedo con el gesto, y los ojos de amor, de los más pequeños, cuándo entregan las flores y miran con esas caritas a su Virgen, ¡cuánto te miran MADRE!.
Pero también, ¡qué solemnidad! la noche en la que andamos la Encamisá, la noche y todo el día restante.
¡Cuántas promesas, cuántos agradecimientos, cuánta fe hay en cada paso de ese recorrido!.
¡Qué bonito!, ¡qué silencio en tanta multitud!, sólo se escuchan los pasos y los rezos. ¡ Qué respeto tan grande hacia la MADRE de DIOS, hacia nuestra MADRE, hacia nuestra PURA!.
Y que puedo decir de esa noche única, del 7 de diciembre que ya no esté dicho.
En lo referente a los antecedentes históricos, ya algunos de los pregoneros de años anteriores, indagaron en ellos. Y supieron con gran acierto plasmarlos en sus respectivos pregones, transmitiendo el eco de nuestra herencia en esta fiesta tan grande.
Por lo que yo, que posiblemente no lo haría tan elocuentemente, no voy a tratar.
Esa noche, la noche del 7 de diciembre, es tu noche MADRE INMACULADA, es la noche de todo un pueblo ¡qué te quiere con locura!.
¡Qué tarde tan larga y tan corta!, ¡qué correr!, ¡cuánto deseo de que lleguen las 10 de la noche¡.
Todo el pueblo en espera de oír repicar las campanas, esas tan esperadas campanas, de que se abran las puertas de nuestra querida iglesia, de que salga con ese brillo tan especial el ESTANDARTE de nuestra VIRGEN INMACULADA. De la INMACULADA CONCEPCIÓN.
Tal parece que saliera flotando, volando entre tanta multitud.
¡Cuánto amor, cuánta emoción!, esos brazos y esas manos que se alzan, esas gargantas que se rompen, esas lágrimas que sin darnos cuenta nos brotan, ese palpitar tan fuerte en los corazones. ¡ Qué momento tan solemne!.
Esos tiros, esas salvas que van al cielo con mensajes de amor, como besos de tus hijos queridos.
Esos jinetes que vitorean sin cesar a su REINA, a su PATRONA.
¡Qué gozo y alegría debe sentir el mayordomo/el portaestandarte cuando lo recibe y coge con sus manos!.
¡Qué luz invade las calles de la procesión!.
¡Tú luz MADRE INMACULADA! ¡qué brilla como una estrella!.
Y si todo el recorrido de la procesión de esa noche es mágico.
No puedo dejar de admirar la llegada del ESTANDARTE de nuevo a la plaza, al templo.
Esa plaza, ese atrio, esperando la llegada.
Las gargantas ya casi afónicas, los corazones llenos de fe y amor, los ojos inundados otra vez. La multitud que nuevamente nos rendimos ante tí MADRE.
¡Ya sólo quedan 365 días y 365 noches para la ENCAMISÁ del año próximo¡. ¡Qué esperaremos nuevamente con gran ansiedad!.
Por fin, llega tú día MADRE PURÍSIMA, el día de la PURA, dónde si cabe brillas un poco más, dónde si se puede te queremos aún más.
Todo en ese día está lleno de fe y amor hacia nuestra patrona, hacía la patrona de Torrejoncillo, hacia tí MADRE HERMOSA.
Pero estaréis conmigo en lo emocionante, en lo apoteósico de la finalización de esa Procesión de la tarde, en la finalización de esas fiestas en honor a MARÍA INMACULADA.
En numerosas ocasiones, cuando he tenido que contar aspectos de nuestra ENCAMISÁ, porque me han preguntado amistades, o compañeros/as de trabajo de otros lugares, siempre les digo no os podéis perder esa noche de ENCAMISÁ, pero tampoco cuando finalizan las fiestas el DÍA DE LA PURA, por la tarde con el novenario y la Procesión.
¿Qué se siente?. Siempre les digo ve, siente y luego me contarás. Solo intentar explicar esos minutos tan intensos que se viven cuando tu imagen, la imagen de nuestra PURA entra y avanza por el pasillo que forma la gente alrededor.
Cuando la imagen gira y queda colocada mirándonos ¡ Ay qué minutos tan maravillosos!.
Y este año, que año tan intenso, desde el pasado 8 de Diciembre, en el que se inició el año de la CORONACIÓN DE MARIA INMACULADA, con aquel acto inaugural tan lleno de sentimiento torrejoncillano.
Ya sabemos MADRE, MADRE MARÍA INMACULADA, que tú eres la MADRE DE DIOS HECHO HOMBRE.
Qué no necesitas que se te ponga corona alguna, pues siempre la has llevado, desde el momento en el que fuiste elegida entre tantas mujeres por DIOS, para ser la MADRE de su hijo JESUCRISTO.
“ BENDITA TÚ ERES ENTRE TODAS LAS MUJERES “
Pero MADRE, tú imagen, la imagen de NUESTRA PURA, junto con nuestra fe, es lo más grande que tenemos en este pueblo.
Por todos es sabido, que las señas de identidad de Torrejoncillo, están íntimamente ligadas a tí, VIRGEN INMACULADA.
Muchas generaciones de nuestros antepasados son los responsables de que hoy en día MADRE, goces de tu trono no sólo en el altar de la Iglesia Parroquial, sino también en el corazón y en los sentimientos de todos y cada uno de nosotros, desde que nacemos hasta que morimos.
Es por eso, que todo tu pueblo, todo Torrejoncillo ha querido participar en tú CORONACIÓN CANÓNICA.
El pueblo entero acogió con gran ilusión, y fervor, esta propuesta, que las máximas estancias eclesiásticas habían tenido en bien apoyar. Pues como no iba a querer que su REINA, que su PATRONA no fuese Coronada.
Sabemos VIRGENCITA que tú fuiste una mujer entregada, valiente, sencilla, humilde, que viviste con TU HIJO, nuestro SEÑOR, de forma ejemplar.
Pudisteis vivir en ostentosos palacios, rodeados de riquezas, pero ¡no! ni DIOS lo quiso así, ni tú ni TU HIJO, el HIJO de DIOS lo exigisteis en ningún momento.
Siempre ayudando a los demás, ayudando a los más necesitados, por eso en este año de tu CORONACIÖN, el pueblo de ha unido en diferentes actos y acontecimientos que se han programado para aclamarte como REINA DEL CIELO y de la TIERRA, como nuestra REINA. Pero también para ayudar a otros que lo necesitan, pues seguro que TÚ desde el cielo, estás sonriendo y viviendo con alegría, como este pueblo también quiere parecerse a tí, quiere ser un pueblo solidario que tiende su mano a los que lo necesitan.
Queremos ser tu ejemplo MADRE, sabemos que el camino que recorriste para ser coronada como REINA, por el SEÑOR, fue el camino de la humildad y generosidad a DIOS, y a los demás.
Me ha gustado mucho ver a grandes, medianos y pequeños unidos y participando juntos hacia una misma meta: hacia tí, hacia tu CORONACIÓN.
Que en tu nombre MADRE, Torrejoncillo ayude a esos niños del Centro de Educación Especial de San Francisco de Asís de Bolivia, con la compra del Minibús que necesitan.
Y ayude también en la adquisición del equipamiento del Material necesario para Fisioterapia y Terapia Ocupacional del Centro de Día para enfermos de Alzheimer ubicado aquí en nuestro pueblo.
A veces decimos que nos gustaría ayudar a los que más lo necesitan, pero solemos lamentarnos de que nos sabemos si nuestra ayuda llegará a buen puerto.
Pues bien, en esta ocasión, todo está muy claro, hemos podido ayudar y sabemos a dónde ha ido a parar esa ayuda.
Creo que eso ha hecho que participe tanta gente, eso y el hacerlo en el nombre de nuestra PURA, de nuestra INMACULADA CONCEPCIÓN, en tu nombre MADRE.
Sabes MADRECITA, que nuestra fe, que nuestro amor hacia tí, es un precioso tesoro regalo que se transmite de generación en generación, que la vivimos desde muy pequeñitos, que nos acompaña cada día de nuestras vidas, pero que en estos días exteriorizamos y compartimos todos los paisanos de este pueblo.
Que en este año, y que sin duda, el próximo día 6 de diciembre, día de tu CORONACIÓN CANÓNICA, viviremos de una forma especial, ese acontecimiento que recordaremos y contaremos a nuestros hijos, a nuestros nietos, diciendo Yo estuve allí, Yo participe.
Si a todos los que están fuera, cuando en estas fechas no pueden acudir a venerarte, a ensalzarte en estos días de novena, de ofrenda, de ENCAMISÁ, de PURA, se les hace triste y doloroso sé que este año, en estos días que vamos a vivir, aún más, por eso MADRE ayúdales.
Sé consuelo de los enfermos y de sus familias, para que desde la fe que te profesan, no pierdan la esperanza.
Y a los que nos faltan seres queridos sigue dándonos fuerza.
Ya para terminar, agradecer a la PALADINES DE LA ENCAMISÁ, la confianza que me han brindado y el honor que me han hecho al elegirme como la PREGONERA de este año, así como el apoyo que me han facilitado; y la gran labor que realizan.
A los Ilsmo. D. Ciriaco Benavente Mateos y D. Francisco Cerro Chaves, nuestro Obispo, a nuestros párrocos, al Excmo. Ayuntamiento, a las distintas Comisiones que han trabajado para promover y organizar el extenso programa de actividades, de las que hemos podido disfrutar en este año de CORONACIÓN, y en general, a todos los que han hecho posible este maravilloso sueño:
GRACIAS, en nombre del pueblo de Torrejoncillo.
Al Portaestandarte, Señora y familia desearles todo lo mejor en estos días tan importantes para ellos, que sin duda no olvidarán jamás y marcarán un antes y después en sus vidas.
Como le pasará a la Sr.Oferente y a mí.
A la cuál, deseo mañana tenga un buen día y te hable Madre, como estoy segura que ella sabe, desde el corazón.
Al pueblo de Torrejoncillo, que exprese como lo hace siempre, como lo ha hecho a lo largo de este año de CORONACIÖN, que viva como sólo él sabe, el enorme orgullo de ver coronada a su REINA a la INMACULADA CONCEPCIÓN.
Que disfrute un año más de nuestra ENCAMISÁ y nuestra PURA, en un ambiente de respeto hacia todos, de amor y de fe hacia nuestra PATRONA.
De igual forma, MADRE, sabes que tengo que dar GRACIAS a todo un pueblo, a tu pueblo, a mi pueblo, porque desde que el pasado día 15 se hiciera público mi nombre como Pregonera, he vivido aún más, unos días muy entrañables; recibiendo cientos de muestras de cariño, por el cariño que a ti te profesan. Pues los gestos de apoyo y felicitaciones, por este papel que en este noche tan importante para mí, iba a desempeñar, se han sucedido día tras día.
¡GRACIAS de corazón!.
Y a ti MADRECITA, que más puedo pedirte que sigas guiando cada día, cada minuto, cada segundo por el camino correcto, por el camino de la Fe, del Amor, de la Paz y de la Solidaridad a este pueblo, y a todos los pueblos del mundo.
Que me ayudes a ser cada día mejor hija, mejor esposa, mejor madre, mejor amiga, mejor persona.
Sólo me queda decirte MADRE:
“MIRA CÓMO SOY, Y HAZME COMO TÚ QUIERAS QUE SEA“
¡VIVA MARÍA SANTÍSIMA!
¡VIVA MARÍA INMACULADA!
¡VIVA LA PATRONA DE TORREJONCILLO!
GRACIAS.